sábado, octubre 29, 2011

visita...


Vienes de noche,
cuando bajo la guardia y solo soy...
ojos que sueñan,
mente que que vaga
en la solidez oscura de un tiempo sin trampas.
La trampa es tuya:
argucia, 
osadía,
que como rayo de luz tenue,
se entremete en la grieta descuidada
de un pensamiento añejo...
Y pasas...
con la sonrisa desafiante
y la mirada sin cavilaciones,
para inmiscuirte en la trama
y ser, el sueño que sueño.
Sabes cómo tentar a la noche,
poblándola de recuerdos que se hacen añoranzas
y se deshacen en deseo
-un deseo ingenuo,
que con la voz hecha un hilito
te pregunta: - a qué has venido?-
y a la vez te sugiere la respuesta
en un eco hacia tu oído.
Y son sueños soñándose a sí mismos,
inmateriales pero vívidos,
inusitados y tibios,
como queriendo intentar
-intentar una vez más-
probar a qué sabes
a pesar de las distancias...

Gaby*




miércoles, octubre 19, 2011

...cadena que desencadena (?)

                                                 si buscando encontré
si encontrando perdí,
                       si perdiendo gané
                                            si ganando reí,
                                 si riendo olvidé ,
                                            si olvidando viví,
                         si viviendo  soñé
si soñando huí,
si huyendo retorné...

y si al retornar encontré, todo aquello que andaba buscando:
fuera y dentro de mí...

Gaby*

A veces me enrosco en estos mareos existenciales... sepan disculpar.

lunes, octubre 10, 2011

reabriendo los ojos...

A veces la letra se cansa
de ser ella misma
en la blanca hoja.
La desgasta su sonido,
su razón,
su elocuencia...
y corre hacia parajes oscuros
buscando serenidad y paciencia.

Entonces encuentra
 un rincón mullido donde echarse,
al pie de todos los silencios
para dormir su propio invierno
-mustio y aterido de fríos suspiros-.

A veces la letra se cansa...


Cierra los ojos y dormita...

Ha pasado un largo invierno y situaciones diversas me mantuvieron bajo las cobijas de lo cotidiano (y de otras instancias que sin ser cotidianas, me  obligaron a contemplarlas, atenderlas, entenderlas y aceptarlas). No tengo mucho que decir, aún pesa la somnolencia en mis palabras, pero sí necesito dejar un beso enorme (con alitas incluidas) a todos los amigos que supieron estar cerca y con paciencia y cariño aguardar mi regreso. A todos, gracias!

 Gaby*

pinceladas...

pinceladas...
y te recorro con tinta azul, cielo nocturno de mis profundas necesidades

sobrevuelo...