Hoy me sumo a la propuesta de los relatos en día jueves.
Déja Vu
Ni bien contemplé la foto algo me inquietó.
Sin dudas el tiempo había realizado su trabajosa tarea de desgaste y
envejecimiento. La espátula de la decadencia rasqueteó la lisura de las
paredes, en tanto húmedas manos recorrieron las entrañas insanas de las
cañerías viejas, dejando olor a moho y a oxidadas querencias.
Desconozco este lugar. El interior de esta casa notoriamente abandonada es
distante a mis vivencias. Sin embargo, al enfrentarme a la imagen algo muy
dentro mío se removió… un extraño pálpito, una inexplicable sensación a destino
olvidado, totalmente arrumbado en una memoria que no es mía, ni puede serlo
porque jamás estuve aquí. Sé bien que este lugar no me pertenece ni me
perteneció en el pasado…
Pero un par de pies con calzado de niña, comenzó a inventar pisadas
sobre las baldosas. Extraña rayuela, saltea cuadros imaginando caminitos, se
detiene y vuelve a empezar.
- - Solo las
lisas- y un pie. Sin pisar las otras- y otro pie. Solo las lisas!
Detrás de la puerta tintineó la loza. Sonido de pocillos y platos.
Una voz llamó cálida y amorosa:
- -¡Pequeña!
Los saltitos se detuvieron…
Lo sé… yo jamás estuve aquí… ¿serán recuerdos de una memoria de otra
época, de otra vida?
La voz insiste.
- -¡Vamos
pequeña, ven a tomar tu leche!
- -¡Sí abuelita,
ya voy!
Dejé de contemplar la foto y desde entonces la guardo en el álbum de
los recuerdos de una memoria que viene y va por pasajes inexplicables…
Gaby*
*NOTA: La fotografía pertenece a Álvaro Zinno (artista uruguayo, postproductor y director de cine publicitario) de su presentación "Fotografías Mínimas")
Más relatos de Jueves en el blog de Carmen