Bien lo sabía desde su nacimiento, desde ese momento en que se sintió a sí mismo con todas sus capacidades: fuerte, leal e insobornable.
Donde fuera que fuera, firme y reticente a dejarse embaucar por sobornos sutiles o seducciones. Él apretaba sus labios y los dejaba rígidos, como de piedra. Nada ni nadie podría convencerle de cambiar su postura. Y ese, seguramente, era su orgullo, su razón de ser...
¿Qué sería de él si rompiera ese pacto con la verdad que con tanto ahínco protegía? Su voluntad marchitaría con pena... Desmigajada su esencia, ya nada tendría sentido...
A veces, en la vida, no todo depende de uno mismo.
También están aquellos que accionan sobre uno y obligan -queriendo o sin querer- a actuar de una manera contraria a nuestra convicción.
Tal fue el caso. Bastó un segundo, para que esa loca desbocada que en principio tan bien lo guarecía, en un arrebato de sinceridad desmedida lo lanzara al aire como quien libera a un ave de su jaula. En esta ocasión, la libertad le significaba la muerte.
Atravesó el túnel cavernoso de su boca temblequeando entre sus dientes y como un kamikaze saltó a la deriva pendiendo previamente unos segundos de su larga lengua (lengualarga!). Luego rozó el aire impulsado por un suspiro, para caer finalmente dentro de aquellos oídos expectantes y ansiosos por saberlo, aprehenderlo, conocerle hasta el más ínfimo detalle.
- Listo! -gritó ella- Insisten tanto que me vuelven loca, pero les diré, sí les diré la verdad: ¡mi delicioso pastel de jamón, queso y aceitunas, no es receta de mi abuela... la compro hecha en la rotisería!
¡Cuánto pudor! ¡Qué poco valió su vida!
- Listo! -gritó ella- Insisten tanto que me vuelven loca, pero les diré, sí les diré la verdad: ¡mi delicioso pastel de jamón, queso y aceitunas, no es receta de mi abuela... la compro hecha en la rotisería!
¡Cuánto pudor! ¡Qué poco valió su vida!
Balbuceado por otras bocas, iba y venía hecho un murmullo, mas ya no era él, aquel secreto que tan bien guardado se tenía...
*-*-*-*
(ésta última, es una composición que compartí
en mi viejo espacio, y me pareció que bien podría tener
una segunda oportunidad dado que puede relacionarse con el tema propuesto)
Gaby*
Más secretos a develar en lo de San
Está bien, después de todo si es delicioso no importa que sea comprado.
ResponderEliminarCierto es que no siempre todo depende de uno mismo..
ResponderEliminarBon appetit!
Jajajaja, eso pasa por alardear de lo que no se es.
ResponderEliminarYa dicen que el bambú al no ser rígido, soporta cualquier vendaval, el roble rígido se rompe y se quiebra.
ResponderEliminarVerdades como puños ¿cuales?, resulta que no importa si el pastel es de la confitería ¿sabe bien?
Besito nada secreto.
jajajajaja...EXCELENTE!!!! La literatura, si tiene humor y encima es buena, tiene un plus (quizá porque la risa no está de moda, lástima)
ResponderEliminarExcelente!!!
Y ahí va un secre...las paellas me salen genial perooooo...cuando mi esposa no mira le meto un cubito de esos de caldo concentrado, jajajaja...
Un besazo
Es un secreto que se puede decir, aunque ella se libero de una carga tan pava, pero carga al fin, ahora ¿estaba rico? Eso cuenta a la hora de no darle importancia, jaja
ResponderEliminarUn abrazo :):)
" Luego rosó el aire impulsado por un suspiro, ..."
ResponderEliminarlo primero, gaby, una curiosidad: ¡por qué utilizas ROSÓ por ROZÓ? la pregunta correcta sería esta: ¿ por qué algunas hispanas-os utilizáis la ese en vez de la zeta?
y luego decirte que este texto me ha encantado, delicado como el pastel, hecho materia lo inmaterial: el secreto...
medio beso, gaby.
p.d.
¿me podrías responder a i pregunta a mi correo?
juianoelapostata@hotmail.es
Hay secretos Gaby, que es puro egoismo culinario no compartirlos. Si tienes una espléndida receta, ¿porqué no transmitir esos conocimientos?. Todos los golosos que en el mundo somos te estaremos eternamente agradecidos. El poema, precioso. Me encantó.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pero que bonita forma de contar Gaby, hay frases tan deliciosas como ese jugoso pastel, sea suya la receta o la de un establecimiento.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bueno, yo me idenificaba con el personaje y resulta que es un pastel. Está bien, tengo mucho cariño a los pasteles en general y este en concreto tenía buena pinta.
ResponderEliminarMe gustó el relato y también el pastel, aunque no fuera receta secreta, jeje.
Besos.
Jajaja me encantó Gaby, que genial, tanto lío por un detalle así, yo me paso comprando cosas hechas porque de cocina nada, así que me siento un poco identificada.
ResponderEliminarLa frase final es maravillosa como todo lo que hay en tu blog.
Un besote.
¿Quién no esconde un secretito? Que sea de culinaria es lo de menos.
ResponderEliminarUn abrazo.
HD
Encantador relato, nos has puesto una situación que se iba tornando seria por la forma de contarnos la historia que al final, sale una carcajada por esa verdad tan ingenua como la confesión de una niña. Genial.
ResponderEliminarUn beso
Amiguca,te dejo un besuco desde mi ausencia,pero no te olvido.
ResponderEliminarGó
jajaja Y NOS PUSISTE LA TAPA, COMO AL PASTEL!!!
ResponderEliminarY como diría alguna señora mayor, es que las buenas costumbres se han ido perdiendo m'hijita, y ahora todo se arregla con el delivery.....!
Besos vecina. Su buen decir, es marca registrada!
jajajaja... muy bueno jajaja ...
ResponderEliminarBuen intento, el texto te acaricia llevándote entre curiosidad y expectación hacia un final que aflora para crear desconcierto.
ResponderEliminarA veces es bueno simular la confesión de un secreto, para que te dejen en paz, no? Yo sé que la receta es tuya.
Besos
Me ha encantado tu composición de lazos torneados... es preciosa!!
ResponderEliminarEn cuanto al secretillo... conmigo está a salvo, ya sabes que yo de cocina no puedo dar mucho ejemplo :)
Un besote!
Me parece genial el enfoque que le has dado contando el relato por el propio protagonista que es el secreto, empezando muy serio pero transformàndose en algo tan banal como la confesión de que el pastel es comprado...
ResponderEliminarMe ha encantado!
Casi fue una suerte desvelar el secreto, asi el mundo podra disfrutar de lo dulce ¿donde puedo comprar uno? ajajaaja. Buen relato, amiga.
ResponderEliminarUn beso
jajaja me preguntaba yo cuál sería el motivo para tanta solemnidad guardando secretos...y mirá vos con lo que me salís! ajajaja
ResponderEliminarSí que me sorprendiste!
=)
Un relato con mucha gracia y excelente preparación!
un abrazo...y mis disculpas por el retraso!
Te dejé un premio en mi blog.
ResponderEliminarEmpieza muy solemne y acaba dando una pincelada humorística. Muy bueno. Un beso.
ResponderEliminarBueno, por una mentirijilla tampoco pasa nada. Me ha encantado Gaby, muchas gracias. Te comento también que dejaré descansando el blog por las vacaciones de verano, así que vengo a despedirme de ti. Un fuerte abrazo y hasta Septiembre.
ResponderEliminar¡ cómo se puede vivir con un secreto como ese...!!!
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