Una extraña dama parecía
comerle las noches por completo.
Las sábanas le pedían clemencia, mareadas por
tanta voltereta inevitable.
El artista se sentía acosado por tanta curiosidad e
incomprensión. Quién era? Por qué se le presentaba así, constante, enigmática, si jamás la había
visto?
El hombre despertaba muy
temprano a la mañana con su imagen agarrada a sus pestañas.
Sus sentidos estaban en
estado de eclosión y solo unos tragos de grappamiel parecían devolverle la
coherencia.
Pensó que tal vez, así
eran como se presentaban las musas verdaderas: con insistencia, alterando el
pensamiento y exaltando el entusiasmo, empujando a la inspiración a los
bordes mismos del abismo para que se lanzara al lienzo de las concreciones.
Y así lo hizo, cuando no
pudo más tomó su paleta de colores, sus pinceles y ante la blanca plataforma
sedienta de imagen, comenzó a extender trazos casi automáticamente.
Sus ojos, su cuerpo, su
cabellera azul ya estaban estampadas en su mente, ahora solo faltaba plasmarla
y convertirla en algo más tangible.
En su frenesí, sentía que
cierto ritmo le acompañaba. Era una canción que se colaba por la ventana de su
atelier.
..."Flaca no me claves
Tus puñales
Por la espalda
Tan profundo
No me duelen
No me hacen mal"...
Tus puñales
Por la espalda
Tan profundo
No me duelen
No me hacen mal"...
Una vez que su obra
estuvo terminada, un gran suspiro escapó de sus entrañas en son de alvio.
Y allí estaba la obra,
lista para ser colgada de alguna pared, con la imagen de Mara Laira, una
enigmática mujer que vivía en las profundidades más oscuras de sus sueños.
Más encuentros con Mara Laira
en lo de Demiurgo
Ya creo que me imagino los sueños, casi. Y tal vez así trabajen las musas.
ResponderEliminarTuviste en cuenta sus gustos musicales. Y parece un cuadro la imagen de Mara Laira.
El artista, entro en un trance, que lo llevo a estar suspendido entre dos mundos, Al fin, después de identificar a la musa y retratarla, pudo sentirse aliviado y relajarse.
ResponderEliminarMara Laira, ahora brillara en los salones de exposición.
Un abrazo Gaby!!!
Estupendo!..seguro que ese artista logró al menos cierta distensión luego de pintarla, es que las musas inspiradoras no se detienen hasta hacer brotar con destellos la obra que pretenden!
ResponderEliminarun fuerte abrazo
=)
Has sacado adelante la iniciativa estupendamente. Abrazos saltarines
ResponderEliminarEs casi la descripción de cómo alumbra un creador a alguno de sus personajes. Dicen que antes de la concreción se dan sueños intranquilos, vamos, que la vía del ensueño suele dar ese tipo de frutos.
ResponderEliminarUn beso
Es que a las musas hay que hacerles caso, sino se convierten en insistentes y no te dejan dormir.
ResponderEliminarMe gustó
Un abrazo
¡ingenioso tu relato Gaby! ¡bien pintado!
ResponderEliminarAsí funciona en ocasiones el genio creador. La obra, pictórica, literaria, escultórica, musical, arquitectónica, está ahí, como el arpa en el rincón oscuro del poema Becqueriano, esperando la mente creadora capaz de darle forma, de sacarla a la luz, presionando con urgencia al creador para que le dé forma cuanto antes: La demora le causa angustia.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Es que ciertos insomnios y sus obsesiones son muy creativos.
ResponderEliminarMe ha gustado este alumbramiento con fondo musical.
Un beso, Gaby*. :))
ResponderEliminar¡Tremendo relato!
Pinceletto recibió el ‘aliento’ el furor poeticus, el frenesí de su musa, que con agobio quería que le sacara al mundo real, a través de un lienzo de pintura. Me encanto tu creación. La pintura te quedo genial!!
Saludos
Genial Gaby*!!!
ResponderEliminarMe ha gustado mucho y ya me has dejado cantando la Flaca jajjaa
Un besote!
Cuántas veces hemos tenido esos sueños recurrentes, carcomiendonos en día y noche por igual... Quién pudiera plasmarlo en una pintura... A veces ni en palabras se puede hacerlo... Gran relato y retrato! Cuántas caras tiene Mara!
ResponderEliminarBesos muchos!
Pues va ser verdad que Mara actúa como un virus y que se cuele hasta en los sueños como una musa, supongo que así cogen cuerpo los objetos cuando algún artista decide plasmar sus invocaciones oníricas, literarias, o pictóricas, de otro modo no existirían. Pero existen!!! Afortunadamente gracias a relatos como el tuyo :)
ResponderEliminarUn beso
Gaby, nos dejas un relato sencillo, claro y brillante, amiga...Mi felicitación y mi abrazo grande por tu buen hacer con las letras y tu cercanía.
ResponderEliminarFeliz fin de semana.
M.Jesús
Me gustó tu relato. Los sueños suelen ser una fuente de inspiración.
ResponderEliminarEn este caso se trata de una Mara Laira onírica.
Muy buena la pintura de Pinceletto!
Un beso!
Atte: Tu hijulina ♥
Hola!!
ResponderEliminarAl menos logro plasmarlo y le quedo super bien, a mas de uno a dejado sin dormir o con sueños agitados. Muy bueno!
Besos
Grandioso relato de musas y correspondencias con pensamientos recurrentes y realidades distantes. Me encantó que la grapamiel acompañara al artista. Besos Gaby muy creativo, la imagen, el fragmento de Calamaro. Un acierto total, besitos!!
ResponderEliminarCuando la idea se clava, es un tormento no llevarla a su fin, en este caso el autor descansó cuando la plasmo en el lienzo. Muy bella forma de llevar la propuesta Gaby.
ResponderEliminarUn abrazo
(veamos ahora lo que nos depara este nuevo reto en el proximo jueves, compi)
Esta historia me gustó, es que siempre me atrapan los textos que están asociados a los sueños.
ResponderEliminarUn beso.
HD
debe ser bastante preocupante pasar ese tipo de noches con una mujer rondándole el cerebro sin saber por qué ni para qué, bueno esto último al menos lo resolvió imprimiéndola en el lienzo.
ResponderEliminarimagino que seguirá pintándola como enloquecido por el resto de sus días, ella es una musa sin dudas.
¡saludos!
Y la ficción se hizo Pintura... Los pinceles perfilaron con líneas y colores, lo que la mente no podía concretar. Ameno y próximo a la realidad de su autor.
ResponderEliminarBesos
En las profundidades de los sueños, en lo más hondo de las entrañas, es justo ahí de donde brota lo mejor de nuestras pinceladas, los verbos que se quedan tatuados en la piel.
ResponderEliminarun placer llegar a tu espacio Gabi*, un beso.
Mara Laira supo inspirar muy bien a Pinceletto. Clavó su retrato. ;)
ResponderEliminarUn beso Gaby.
Como me gusta leerte, no es la historia en si, es como cuentas las cosas, sabanas mareadas, imágenes agarradas a las pestañas, sentidos que eclosionan cual mariposas, lienzos sedientos de imágenes, aunque no contaras nada siempre sería un gusto leerte y perderse en esas metáforas e imágenes que construyes, pero además si que cuentas como Mara es una musa que necesita salir desde dentro del su autor, genial!, miles de besosssssssssssssss
ResponderEliminarVaya Gaby*, has descrito a la perfección lo que me ha ocurrido más de una noche. Sólo que en mi caso era para escribir ese relato que se me resistía o consultar algún libro sobre plantas, mi otra gran afición. Brillante alegato a favor de las musas.
ResponderEliminarUn beso muy grande
Alberto.
Has descrito lo que vivo día a día, cuando veo a mi musa, ella es real, de carne y hueso, y creo que tiene poderes, me dice... pinta que tu puedes, y lo hago. Escribe que tu puedes y lo hago. Si me dijera vuela y llevame al fin del mundo. Creo que volaría. Perdón, volaría, Seguro.
ResponderEliminarMe ha encantado ese poder que tienen sobre nosotros las musas.
Un beso