Este jueves,
Dorotea de
Lazos y raíces, nos hizo una propuesta literaria muy particular.
A partir de una fotografía (captada por ella misma) crear un texto: diálogo o monólogo...
Como no quise quedarme apiñando letras, y luego de un debate interno, dejo los dos aportes que de mi inspiración nacieron.
MONÓLOGO DE UNA "PIÑA DESPIÑADA"
Nunca sospeché que esto pasaría -si bien soy consciente de que los finales son inevitables-, pero esta unión que teníamos me hacía pensar que lo nuestro gozaría de una suerte diferente.
Francamente, no puedo más que resistirme, sujetándome como puedo a tu lado más amable.
Me aferro a tí en un abrazo sincero, sabiendo bien que la soledad se colará por cada uno de mis intersticios...
En el fondo me extraña y duele verte tan enhiesta y bien parada ante una situación por demás penosa. Parece que nada te importase de aquella unión que nos hacía fuertes, vigorosos, apiñados el uno con el otro para enfrentar el mundo.
Te miro y apenas te reconozco.
Está bien... No dices nada...
Que el silencio corone nuestra historia.
DIÁLOGO. "RECIÉN CAÍDOS DE LA RAMA"
-
Creo que la hemos hecho linda… Tanto ajetreo entre vientos y lluvias, tantas risas apiñadas en nuestro cuerpo… y? Nos fuimos a pique
de la rama!
-
No te aflijas, la vida hay que disfrutarla y ya
no estábamos para estar pendiendo como piñitas inocentes. Era necesario hacer la nuestra.
-
Si, tú y tu espíritu libre. Olvidaste que aunque
apiñados como si fuésemos uno, no somos más que una conjunción de vida… bah,
éramos una conjunción de vida… Ahora nos rompimos hasta la crisma del golpe y no
serviremos ni para adorno en una canasta navideña.
-
Lo siento… sí, pues te ves bastante demacrado,
piñoncito mío…
-
Y tú… jajaja! Menos mal que las aguas del lago
quedaron lejanas y no llegan a mostrar tu reflejo, pero estás tan pelada que
apenas podría reconocerte.
-
Ni modo, poco me importa, ven, no te separes de
mi, sigamos juntos ahora que tenemos los pies sobre la tierra.