ATRAPADO
La
noche tenía su propio latido. En la habitación, escasamente iluminada, Mario
tecleaba con apremio.
Las palabras se escurrían prestas por la blanca hoja,
madejando el argumento de su próxima novela.
Al
compás de cada letra, el protagonista de su obra, corría por un oscuro
callejón.
Alguien
le seguía. Transpiraba frío y sudaba miedo. Un peligro inminente lo amenazaba…
Una sombra apenas delineada parecía querer morderle los talones.
Mario,
inspirado, se escabullía por los parajes de su inventiva, buscando describir la escena del
modo más leal posible. Intentaba
transmitir la desesperación, la congoja, el temor más agudo palpitando dentro
de aquel hombre, como el “taca taca”
que producían sus dedos al digitar cada letra.
Un aliento angustiante le subía a la boca con amargo sabor.
La
noche se tornaba inmensa, como si no fuese a acabar nunca.
A
medida que avanzaba en la trama, el aire se le hacía más espeso y cierta
agitación se iba apoderando de su cuerpo. Las palabras, pujaban por salir con avidez.
Era
penosa la situación. Apenas podía respirar… el callejón se hacía empinado
y su perseguidor se hallaba muy próximo, a punto de
alcanzarle.
Su corazón se convertía en un cúmulo viscoso trancado en su garganta. Una extraña
sensación de agotamiento empezaba a perturbarle. Le dolían las piernas y cada
músculo del cuerpo.
Las emociones palmoteaban en sus sienes como el palpitar
de su máquina… “taca taca”…
Todo
se hacía extraño, la historia, sus ideas, el personaje en su huida, la sombra, la blanca
hoja, el callejón, la oscuridad más absoluta, el miedo, el continuo traqueteo de las teclas de la máquina… y él, que no paraba de
correr, atrapado en su propia historia.
Ahora
Mario habita, en la dimensión desconocida…
Recuerdo de la dimensión desconocida
Gracias Yessy!!!
A través del blog Manifiesto de Amor podrás llegar a la Dimensión Desconocida
Un escritor atrapado en su propia ficción. Un tema similar fue planteado en Exilio, de Edmond Hamilton. Vos lo hiciste con muchas menos palabras. Que bien.
ResponderEliminarTambién escribí sobre el tema de la escritura.
Es verdad que a veces cuesta separar nuestra historia de la realidad; pero tu protagonista quedó completamente inundado por ella sin saber discernir una cosa de la otra.
ResponderEliminarMe atrapó
Un abrazo
El protagonista escribiendo la historia de su autor, Un abrazo
ResponderEliminarIncreíble cómo has marcado el ritmo de la narración transmitiendo la angustia del personaje y del propio escritor, porque al final es todo uno. Igual ahora tú también estás atrapada con ellos en tu propia historia ...quién sabe?
ResponderEliminarMe ha encantado Gaby!
Besos
Un relato electrizante, vivo y angustioso.El protagonista cae en su propia trampa. Perfectamente narrado, con fluidez y estilo. Me ha gustado muchísimo,
ResponderEliminarCálidos abrazos,
Qué agobio de situación. Como dices, penosa porque al final el propio Mario siente los dolores, las palpitaciones...a nosotros nos haces sentir esas palpitaciones y esa tensión...no creo que sea solo Mario el que ahora habite en la dimensión desconocida...apasionante y perfecto el ritmo
ResponderEliminarBesos
Una sucesión de acontecimientos que consiguen confundir tanto al escritor como para no poder discernir donde esta la linea entre la realidad y la ficción.
ResponderEliminar¡ Enhorabuena amiga.!
Besos con cariño
¡Estupendo Gaby!... nos has hecho correr y perdernos con él!
ResponderEliminarMe encantó el clima que lograste.
Un fuerte abrazo.
=)
Se puede palpar la angustia y ese sudor frío recorriendo la espalda.
ResponderEliminarSabes captar al lector hasta llevarlo al lado del personaje.
Me encanto!
Besos...Gaby
Personaje y autor se funden o... ¿acaso se desdoblan? Muy bien escrito Gaby. Un fuerte abrazo y buen fin de semana.
ResponderEliminar@Pepe_Lasala
Pobre Mario! Ahora tendrá que habitar en su propia historia. Eso sí que es meterse en el personaje!!
ResponderEliminarMe gustó tu relato!
Me voy de aquí antes de quedarme atrapada en tu blog, jeje
Un beso!
Tu hijulina ☺
Qué ritmo que tiene este relato, es imparable! Una original historia donde se entremezcla la realidad y la ficción en una mente que entra sin darse cuenta en la dimensión desconocida.
ResponderEliminarMe encantó Gaby, un relato impactante.
Beso enorme y buen finde!
Una buena historia que llevó al escritor al borde de la locura Gaby!!!
ResponderEliminarPero que desasosiego el de tu protagonista. Alucinante la idea del escritor atrapado en la dimensión de sus propias letras. Una angustia propia, original de la dimensión desconocida. Lindo e inquietante aporte.
ResponderEliminarBesos y gracias por acompañarme.
Un buen relato donde la realidad y la ficción caminan juntas en la misma historia, la del perseguido por un ser misterioso y la del escritor que debe buscar una salida a la temible hoja en blanco.
ResponderEliminarCreas una atmósfera inquietante, Gaby, llena de tensión. Me gustó mucho.
Un abrazo
Una dimensión que a veces he atravesado en ese tic tac compulsivo y angustiante. Me encantó tu relato. Un beso
ResponderEliminarEl escritor a veces se sumerge tanto en la historia que narra, que se convierte en protagonista de la misma. Ficción fundida con la realidad que le hace pasar, finalmente, a una dimensión desconocida, esa que él mismo se ha encargado de crear. Magnífico el argumento y magnífico el ritmo que le has inyectado a tu narración, Gaby. Mis felicitaciones.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Has creado una situación angustiosa pero dibujada con unas palabras muy hermosas, no por ello resta fuerza a la historia. Me gustó mucho.
ResponderEliminarBesos.
Una dimensión muy agobiante, pero también en verdad que día a día nosotros escribimos uan realidad en algunso casos mas desesperantes.
ResponderEliminarEsta dimensión en la que vivimos también tiene bemoles.
Un beso.
A LAS BUENAS tardes (por aquí), Gaby*!!! Por cierto, te dejo los utensilios para fregar los platos aquí al lado, jajajajajaja...
ResponderEliminarY bueno, estaba pensando mientras leía tu post interdimensional que los grandes contadores de historias, o eso dicen ellos mismos, no saben qué va a pasar con la misma hasta que llegan a ese punto, es como si la fueran creando conforme escriben. Y lo que le sucede al personaje de tu relato es una especie de consecuencia de eso mismo, si bien llevada al extremo.
Un besazo
Pues a mí me ha recordado mucho a Continuidad de los parques, de Cortázar.
ResponderEliminarUn beso grande
Como dice tu hijulina, me sentí igual de atrapada por el relato... así que despues de leerlo te dejo el cafelito rapidito, rapiditooooo y me voy, ¡¡¡ZIUUUU!!!
ResponderEliminarMuy bueno, eres una profesional con algunos textos y deberías saberlo. Este es muy bueno.