Relaciones
…”Desde
el mismo instante que te vi…”
Supe, a través de la sapiencia que da el
instinto, que los ojos son puertas que se abren hacia augurios, promesas y
motivos para conocerse –conocernos- facilitando incluso, el conocerse más a
fondo uno mismo.
Supe que las manos son el puente que nos
enlaza a la ternura, a la solidaridad y, al optimismo que nos aleja del
descreimiento o la apatía que surgen a través de la desconfianza y la decepción
provocadas por algunos malos encuentros.
Entendí que de poco sirve la búsqueda
obsesiva. El destino gusta de sorprendernos, y cuando menos lo esperamos, un
rayo de luz nos alcanza con su tinte tibio a iluminar la vida.
Desde el mismo instante en que te vi, en
que la vi, en que lo vi, en que nos vimos… tú, él, ella, todos los que
invadieron mi corazón de partículas grandiosas consolidando un ritmo de latido
propio, con voces y perspectivas compartidas y sentimientos recíprocos, supe:
que de todas las relaciones que vamos entretejiendo entre los seres, la de la
amistad sincera
es
la más auténtica, necesaria y duradera.
Seguimos relacionándonos, en lo de San.