viernes, marzo 13, 2015

Miradas...








En alerta... Los ojos bien abiertos para absorber la oscuridad.
Las  miradas hacen su ronda nocturna, como dos centinelas buscando sombras que apresar.
Se le enreda el miedo en las pestañas, un miedo que trae desde su infancia. Lo acunó en sus ojos y creció con él, así sin más. 
Se le instaló en las pupilas sin pedir permiso ni explicar por qué. Un débil presentimiento fue su germen, su origen, y el tiempo lo fue fortaleciendo. 
Ver sin poder ver... presentir sin poder sentir a ciencia cierta qué ocultas presencias se ocultan como amenaza en lo más oscuro. Ella sabe -o cree saber- que cuando la luz se apaga, cientos de ojos desparraman  miradas en la habitación. La contemplan, la observan, la miran con devoradora perversión causándole una inquietud indescifrable... pero esta noche, está dispuesta a exorcizarlos, a vencerlos de una buena vez.
Y mira... mira el vacío silencioso de su habitación, se siente como si naufragara entre las sombras. 
Se bebe el silencio que la mantiene bien despierta, y agudiza su avidez por toparse con un pestañeo sutil...
Mas no hay nada... nada alarmante, hasta que un brillo tenue golpetea sus ojos, allí, justo donde se encuentra el espejo de la cómoda. 
Podría ser una mera impresión... pero no... allí están, apenas visibles... un par de ojos que la contemplan serenos... Los enfrenta con osadía. 
El miedo comienza a desvanecerse... 
Son sus propios ojos lo que otean. Se mira a sí misma. La oscuridad no es más que el camuflaje que se vierte sobre su seguridad. Un suspiro de alivio se escabulle entre sus labios. 
Esta noche, podrá al fin descansar tranquila.



Sumándome a la propuesta de "los jueves de relatos" (en mi caso al borde del viernes) guiada por Matices.

********




Recuerdo y regalo de Matices para esta reunión literaria juevera



Pido disculpas por el retraso que llevo, pero iré pasando este fin de semana a leerles a todos!!

16 comentarios:

  1. Es buenísimo, me gusta como me ha mantenido todo el rato en tensión hasta el final que he podido respirar :)

    Y tu dibujo... me encanta!!!

    Muchos besos

    ResponderEliminar
  2. A veces nuestras miradas son inquisidoras. Abrazos

    ResponderEliminar
  3. La propia visión puede ser temible. Y se dice que los fantasmas son la materialización de los temores propios.

    ResponderEliminar
  4. Linda mirada, instigante! beijo, chica e lindo fim de semana!

    ResponderEliminar
  5. La oscuridad es sugestión pura y dura. Se apaga todo y aparecen mil miradas. Parece un texto de Poe. Se mantiene la tensión en todo momento. Saludos. Pablo.

    ResponderEliminar
  6. Te felicito, porque realmente me has hecho sentir miedo y no de mi propia mirada sino desde tu descripción.

    ResponderEliminar
  7. Cuánta tensión se va sumando a lo largo del relato, se siente el miedo, la oscuridad y ese no querer abrir los ojos, para no tener que enfrentar lo que vendrá.
    Es magnífico este relato, y sobre todo me gusta que haya podido vencer sus miedos.
    Un beso enorme.

    ResponderEliminar
  8. Qué bien se entrelazan texto y dibujo!... el miedo (y el temor a ese miedo que se teme sentir) están relatados con lujo y detalle las sensaciones.
    Un fuerte abrazo!

    ResponderEliminar
  9. Buen relato, mantiene la tensión hasta el final.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  10. Mantienes la tensión del principio al final... el miedo a afrontar la oscuridad a lo que pueda surgir y ese sobreponerse a la adversidad. Hay que enfrentarse a esas miradas que nos impiden vivir tranquilos.
    Gracias por participar con estas miradas inquietantes...
    Besos!!

    ResponderEliminar
  11. No hay peor juez que uno mismo, al menos dormirá tranquila, por esta vez.
    Besos.

    ResponderEliminar
  12. Muy buen relato Gaby, desasosegante como la oscuridad que amenaza el sueño de unas miradas envueltas en los propios temores. Superarlos traerán ese descanso tan necesario.
    Que bien queda el dibujo.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  13. Bravo Gaby! Creas un clima de tensión y miedo que nos hace temer lo peor para sorprendernos igualmente con un final inesperado.
    Un beso

    ResponderEliminar
  14. Buenos días, Gaby*:
    De nuevo nos regalas un gran relato. La verdad es queleerte tiene un efecto mayeútico: disfruto y aprende leyéndote, al releerte me pregunto cómo habría desarrollado la historia y mi mirada vuelve a quedar atrapada en tu relato.
    Mirada que ya había quedado prendada de la ilustración con la que captas nuestra atención y la esencia de tu relato.
    Un abrazo, Gaby*.

    ResponderEliminar
  15. No es fácil vencer miedos que, como el miedo a la oscuridad, están en nosotros desde el principio de los tiempos. Hace falta la determinación de tu protagonista para afrontarlos y comprobar que, la mayoría de las veces, esa determinación de afrontarlos hace que desaparezcan para siempre.
    Me ha encantado tu relato, pleno de tensión.
    Un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
  16. Que precioso relato poético has escrito describiendo tan bien ese miedo a la oscuridad que se enreda en las pestañas, jeje, eso me ha encantado! Cuantas veces de niños hemos visto monstruos en las sombras… beberse el silencio, “La oscuridad no es más que el camuflaje que se vierte sobre su seguridad” que de metáforas preciosas has usado, me ha encantado tu relato y esa sonoridad tan bonita que tiene si lo lees en voz alta, precioso de verdad mi querida Gabi, miles de besosssssssssssssss

    ResponderEliminar

Mis letras se entregan a tí...
Gracias por entregarme las tuyas!

pinceladas...

pinceladas...
y te recorro con tinta azul, cielo nocturno de mis profundas necesidades

sobrevuelo...