Ya!
Que ni con mis botas mágicas llego… Acelero el paso y al mismo tiempo el
corazón, que es una máquina incansable de latidos, soplo vital, bombeo de
sangre y… sentimientos!… sí, sentimientos! Y aún así no llego!!
No
sé en qué me distraje, detrás de qué hoja de otoñal encanto se fue volando mi
mente.
Dispersa en tiempos que ya no están, ni estarán, más que en la cavidad
opaca de mi memoria, por allí me remonté dejando pasar lo importante como si solo fuera
una nube.
Tal
vez los grises acerados de la tristeza me jugaron una mala pasada, hicieron su
tarea voluntaria del día solo para evitarme la lluvia de lágrimas…
Y
no! Por más que apresuro el paso, sé que no llegaré, no llegaré a pisar esa
terminal de autobuses. Terminal… qué palabrita tan adecuada para encerrar todos
los adioses definitivos, como el nuestro.
Ya
casi presentía las orillas de mi blanco pañuelo acariciando el aire con todo el
amor que te tengo… Pero no…
Ni
modo. Son las 16.00 horas. Tu bus ya partió, y conmigo se quedará esta
despedida trunca, abastecida de abrazos cercando tu ausencia, solo por boicotear
nuestro adiós.
La propuesta de este jueves de relatos guiada por Pepe.
fue "Despedidas".
Por razones personales no pude unirme, y el relato quedó archivado...
mas hoy,lo libero.
Besos a todos y lindo comienzo de semana!