Llevo semanas y semanas de ausencia en la propuesta de nuestra querida Sindel.
En esta oportunidad, ha tenido la idea de que el motor de inspiración fuera una de mis creaciones digitales (lo que no solo me alegra, sino que de alguna manera, me hace partícipe de esta comunión de letras, aún no estando presente).
Sin embargo, tomo el reto de manera personal, luego de llevar leídos algunos de los textos que surgieron, todos maravillosos, me dije a mí misma: ¿Y a tí, qué te sugiere?
He aquí el resultado.
semana 44 de 53
Bebe el ojo
-que asedia en la noche-
la vítrea estampa que se asoma
por el ruedo de una lágrima.
No es fácil tomar la veracidad en ese estado.
La soledad pestañea.
La luz busca su rumbo y se hace estrella,
se hace chispa, se hace rayo,
como queriendo romper las sombras
que perturban los sueños
y aniquilan sus alas.
Algo a lo lejos brota,
una ilusión que carga
la sutilieza de una promesa
cobijada en su vuelo.
En la pupila ansiosa se me queda.
La noche mira de lejos,
la contemplo con el ojo abierto
de mi alma...