Frente a la hoja la letra cavila,
la idea se apila
y la voz se entremete…
Dicta mi corazón una larga cláusula,
perpleja de latidos.
Carga penas y olvidos,
residuos de un tiempo
-sobretiempo-
impertinente y ya ido.
Dime hoy, por qué no,
ayer,
por qué…
tic toc
sinrazones,
causas,
a puro soplido.
Por qué te llevaste,
o por qué yo te dejé,
la risa,
la lágrima,
dejar de querer,
querer sin por qué-
Dime,
ayer, hoy y mañana,
la nada perpetua
mirando mi cara.
tic tac tic toc
Silencio ambicioso
enmoheciendo la letra
posada en mi lengua.
Dime…
Qué, quién mojó mi entender,
yo quiero saber…
Frente a la hoja
la palabra se deshoja.
Ante la nada
algo se crea.
Al son de mi voz
latió el corazón
empuñando sentimientos
con auténtica letra.
Dime, dame, un mañana
encerrado en un sobre
con sinceras palabras…
Nunca es tarde para escribir, aquello que nunca
se ha dicho.
Gaby*
Seguimos "Hablando, escribiendo" en lo de Rossina