"terrorismo"
consigna:
100 palabras
Todos ven su versión de hombre tranquilo e incapaz de provocar daño alguno.
Nadie sospecha nada. Sus intenciones se esconden entre la umbrosa perturbación de su alma y tras la orden de aquellos que le alientan.
Ya decidido, se transforma.
Pronuncia voces de alerta para que nadie se acerque.
Necesita silencio. Solo su causa debe ser un grito explosivo, un mensaje que atenta contra la vida, un desafío a la muerte.
Irá más allá de todo. Su ciega convicción es un motor terrible que no se frena con nada. Su entrega palpita en su cuerpo. Las víctimas, serán su triunfo.
En Un lugar de encuentro, podrán encontrar más relatos.
Gaby*
con precisión,
ResponderEliminarsaludos
Tiene que tener una mente muy perturbada para planear algo así y disfrutarlo. No puedo entender que estas cosas sucedan, pero pasan. Y lo peor es que casi nunca se hace justicia.
ResponderEliminarMuy buen relato Gaby, estremece.
Un beso.
¡muy bueno Gabby! mañana publicaré uno en el blog de Narraciones Ordinarias Lao, al que es facil entrar. ¡Saludos!
ResponderEliminarRelatas ese momento tan clave no se realmente que es lo que esperan cuando toman la desición. Desafío a la muerte tal cual pero ella es implacable.
ResponderEliminarSuele suceder así. Del que menos te lo esperas.
ResponderEliminarMoraleja: no comas pan con chirizo.
Un relato real como la vida misma
Un abtazo
Su triunfo. Parece mentira que uno le puedan lavar el cerebro de esa manera y provoque tanto daño.
ResponderEliminarUn abrazo
Muy duro, pero supongo que la mente de un ser así debe funcionar muy similar a como relatas... ¡qué frialdad!, supongo que debe ser así, convicción, de otra manera no descansaría tranquilo.
ResponderEliminarBesos!!
Nadie puede entender qué puede pasar por esas cabezas sin alma, por esas mentes perversas a la hora de atentar contra la Vida.
ResponderEliminarContundente relato, Gaby!
Un abrazo.
La imagen que acompaña tu micro, Gaby*, es muy acorde, hace comunión entre ambas, te transmite, el antes, mientras y un después que te llevas el dolor causado.
ResponderEliminarUn abrazo :)
Generalmente los artífices de estos actos, no suelen dar su verdadera cara, se esconden tras una máscara infame.
ResponderEliminarPor eso se me ocurrió anteponer la vida al terror, porque el terror y sus motivos crecen cuando se los alimenta.
ResponderEliminarUn beso
Está genial el planteamiento y al leerte se me ha ocurrido pensar cuantas veces el terrorista, en ese momento, haya decidido no hacerlo; no por miedo, sino por darse cuenta de lo que hacía.
ResponderEliminarComo quiero creer en los humanos, imagino que eso habrá ocurrido algunas veces.
Buen relato Gaby*, besos.
hubo gentes que escribieron desde el punto de vista de las víctimas..no, perdón, ahora sólo recuerdo a uno de los jueveros leídos por mí...bien, el caso es que relatar la alma del terrorista es más que interesante, es...tan atroz como la explosión misma, como el atentado mismo...
ResponderEliminarmedio beso.
Creo, que esta mente no podrá sentir un triunfo. Él mismo perecerá en el intento. El enfoque es muy bueno y original. Saludos Gaby
ResponderEliminarPues sí Gaby, yo también he caminado del lado del terrorista porque creo que es una víctima del fanatismo, un ser más que va a perder la vida para beneficio de algunos que no quieren que termine este mal que azota las sociedades. Para cambiar esto tendremos que empezar desde abajo, educando en la tolerancia y con fuertes principios que nadie pueda anular.
ResponderEliminarUn beso.
Que tu premio sea la muerte y el dolor de quienes te rodean, es de locos. Un besote por tu relato
ResponderEliminarMuy buen escrito sobre un tema escalofriante que desgraciadamente acompaña a este mundo. Un fuerte abrazo y feliz fin de semana Gaby.
ResponderEliminarDuro mensaje el que atenta contra la vida, y triste, que habiendo otros medios de comunicación, utilicen esta forma horrenda de expresar destrucción social.
ResponderEliminarUn abrazo
Genial! Me produce escalofríos tu relato. Lo peor de algunos terroristas es que parecen personas normales. Por mi trabajo conozco a muchos que tienen parejas,escriben cartas de amor, tienen hijos...no me lo explico!
ResponderEliminarBesos
Cuando lo que se busca es hacer daño nunca se muestra el verdadero yo, la máscara es su escudo. No lo entiendo, jamás lo entenderé.
ResponderEliminarUn abrazo Gaby.
"Su ciega convicción es un motor terrible que no se frena con nada."
ResponderEliminarCon esta frase ya esta todo dicho.
Y lo peor, como dice Charo, es que parecen personas normales.
Besos
ResponderEliminarCualquier camino le sirve, cuando la meta y triunfo son las víctimas. ¿Cuántos más se esconden?
Buenas palabras para un tema tremendo y cruel.
besos
Ya se sabe lo que dicen. "Las apariencias engañan..." Un beso.
ResponderEliminarPersonas normales,como cualquiera pero capaces de matar por convicciones y creencias absurdas.
ResponderEliminarMuy bueno.
Un beso, guapa!