el temblor en las palabras...
Perdóname el tiempo,
desinteresado y lento.
Disculpa la demora,
las pupilas cargadas de sueño;
el sabor a tinto añejo
desbordando
de mi copa de recuerdos.
Perdona esta insolencia,
el capricho aventurado,
la razón no precavida,
la imprecisión y el desenfado.
Nunca fui buena llegando,
solo soy hábil huyendo.
Discúlpame entonces el imprevisto,
la ilusión desmesurada
que llega con los brazos abiertos.
Este estar sin previo aviso
y sentarme en esta esquina
del reencuentro...
No diré nada
si me enseñas la espalda,
-sabré comprenderlo-
Toma al menos
este amanecer risueño
que bordé con mis hilos de paciencia
en los ratos que el reloj
se llenaba de agujeros.
Toma y siente
la tibieza y su sonrisa,
esa, que me llevé muy quedo.
Porque si ante tí soy ausencia,
tu me habitas muy dentro.
Hoy me quedaré aquí,
como una gota de rocío nuevo...
hasta que caiga la noche
y me arrope en su silencio.
Buena licencia te has tomado.
ResponderEliminarSe disfruta el verso.
Es un perdón concedido a tal grato momento que he pasado leyendo.
Un abrazo Gaby* :)
Por reeditar estás perdonada, yo no lo había leído, por tu poema recibe felicitaciones. porque te lo mereces un abrazo
ResponderEliminarTu relato me llega , interpreto un perdón asumido, con unas bellas palabras. Es diferente y me atrae.
ResponderEliminarBesos muchos ♥♥
tRamos
Muy bella tu aportación del perdón, y no te preocupes, no tienes por qué pedir perdón por haberlo vuelto a reeditar, para quiénes no lo conocemos es nuestra primera vez leído.
ResponderEliminarPorque pedir perdón es sentir liberación, y es tener corazón.
Un beso.
Ayyyyyyyy!!! Que hermosura!!!
ResponderEliminarMe quedo sin palabras para decirte lo que sentí al leer tu poema.
MARAVILLOSO!!! Que suerte que pude leerlo, disfrutarlo y sentirlo.
Un beso inmenso.
Bello poema Gaby, disfruté leyéndolo. Abrazos.
ResponderEliminar¿Y qué puedo decirte sin correr el riesgo de parecer pelota? Pues lo sustanciaré con un: PRECIOSO.
ResponderEliminarY ya luego sobre el asunto del perdón. Pues mira, ríos de tinta, palabras e incluso bits se han escrito y dicho sobre el particular. Respecto a qué pienso yo, pues es muy simple: no creo que pudiera perdonar jamás una ofensa hacia alguno de mis seres muy queridos. Y si el ofendido soy yo, pues ahí ya entra en juego el habitual sentido del humor con el que me tomo muchas de esas cosas. Es aquello de que "ofende quien puede, no quien quiere". Pero quien puede (y suele ser involuntariamente en un 99% de las veces) es alguien a quien estimas, pues entonces el perdón viene sólo y de forma natural: sincero. Sobre los que quieren pero no pueden, pues predomina el sentido del humor y entonces tampoco cuesta demasiado. Otra cosa es perdonarse a uno mismo si, aunque sea de manera involuntaria, ha herido a algún ser querido: eso es lo verdaderamente complicado y donde reside la grandeza. Decía el Buda (y no soy budista): "Mas importante que vencer a mil guerreros en mil batallas, es vencerse a uno mismo".
Un besazo y felices pascuas.
pero qué belleza, Gaby!...aunque ya estoy acostumbrada a leer tus bellísimos bordados de palabras -tus versos lo son- éste, particularmente, me resultó precioso!
ResponderEliminarun besito.
Hiciste bien al reeditarlo porque yo no lo había leído. Es muy bonito.
ResponderEliminarBesos
Gby, me encanta tu poema, tus letras abren sus brazos a la vida para decirle...que sigue amando y sintiendo...Esa paciencia, ese intentarlo de nuevo, ese volver a renacer en el perdón...Una gozada, que te agradecemos por su lirismo, su claridad y autenticidad, amiga.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo inmenso por tu buen hacer.
Feliz semana, Gaby.
M.Jesús
Muy bello poema, Gaby. No tiene importancia cuándo lo escribiste; se adapta al tema propuesto y además permites a los que llevamos poco tiempo en la blogosfera, leerlo.
ResponderEliminarUn abrazo.
No importa que le hayas re editado. Yo no lo había leído. Es un hermoso trabajo, donde dejas muy bien perfilado el propósito de tu perdón.
ResponderEliminarQue tengas una excelente semana santa.
Besos
Precioso.
ResponderEliminarUn bello poema lleno de la fuerza del perdon.
ResponderEliminarBesos
y seguro te habrá perdonado Gabriela, no cualquiera recibe un pedido de perdón tan poéticamente sincero.
ResponderEliminar¡saudos!
"Toma al menos este amanecer risueño..."
ResponderEliminarEs un poema muy bonito, sereno, y sobre todo, con una humildad preciosa.
Un abrazo cordial :)