Esta entrada va dedicada a Sani Girona, compañero de letras jueveras, quien lamentablemente ya no se encuentra entre nosotros.
Realmente, este ir y venir creativo nos posibilita acercarnos a quienes participan y comparten cada jueves sus relatos, no solo desde lo literario sino en lo afectivo. De a poco vamos tendiendo lazos que con el tiempo se van fortaleciendo. Nos entristece no tenerle más entre nosotros, pero cierto es, que quien habita en el corazón de quienes aún transitamos este mundo, gana su permanencia.
Tomando el primer párrafo de uno de sus escritos, mis letras se toman de la mano e intentan recrearse en su homenaje.
“El teléfono”
"A ver, casi no sé cómo empezar a redactar este mensaje. Tu bien sabes que a mí no me gusta mucho usar el teléfono para mantener el contacto. Aunque todo parezca más espontáneo, más vital y más real, a mí se me antoja que esa misma espontaneidad mata la reflexión, la palabra justa y exacta que se consigue con una carta, eso que ahora, por deformación, llamamos mensajes..."
(Sani Girona)
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... ella olvida las interrupciones momentáneas que conlleva una conversación telefónica, el perro ladrando allá afuera, metiendo todo su estruendoso ladrido en medio de cada palabra; no toma en cuenta mi nerviosismo, mi apuro por decir todo rápido pero entendible, mi ansiedad por expresarme de la manera más clara y contundente... claro, no entiende que a veces, es necesario imprimir las verdades en papel, sellarlas con nuestra propia letra, porque solo así serán imborrables, sin más hilo conector que el pensamiento y el corazón escapándose por la mano
...a ella le encanta el grito cantarín del teléfono, la emociona tanto que corre como niña a atender el llamado. Puede quedarse horas agarrada al auricular y gesticulando como un mimo -como si quien está del otro lado pudiese verla-
...pero insisto, no hay como una carta atesorando un contenido que no se extinguirá en el aire, que será fiel a cada renglón sin posibilidad de echar mano al típico "escuchaste mal, yo no dije eso"
... y sí, lo escrito brinda esa posibilidad, de definirse, de definirnos tal cual lo sentimos, corrigiendo, reflexionando el modo más acertado y efectivo para que se nos entienda, de ser una constancia eterna que se entrega cada vez que se nos lea.
Ya no volveré a llamarla, solo le escribiré una carta, será la única manera de acompañarla para siempre, de dejar constancia de mi existencia, de estar a su lado con mis cuentos y circunstancias, mis certezas y desvaríos, mi atinado punto de vista, o el otro, el que mira torcido y se equivoca... como sea, será mi modo de estar cerca, aunque ya no lo esté...
En The Daily Planet's Bloggers todos los jueveros reunidos en recuerdo de Sani.
Má
Má
Má
Que fuerte. Es como si él lo hubiera escrito. Y quien sabe. Tal vez hubo una musa que ofició de mensajera. Da esa impresión.
ResponderEliminarHas sabido seguir magistralmente sus palabras.
ResponderEliminarUn abrazo.
Leonor
Y es cierto... siempre quedarán nuestras letras!
ResponderEliminarPrecioso Gaby*
Besotes!!
Muy bello escrito me ha encantado amiga y de seguro a nuestro compañero de letras SANI GIRONA también... abrazos
ResponderEliminarLas palabras escritas quedan para siempre y eso nos ha sucedido con las de Sani. Bonito homenaje. Un beso
ResponderEliminarqué lindo homenaje!
ResponderEliminary qué lindo se han entrelazado tus letras.
un beso!!!
Que bonito te ha quedado Gaby, ha sido un relato precioso, que como dice el demiurgo tiene un mucho de su alma que se ha fusionado con el tuyo. Estupendo homenaje.
ResponderEliminarUn beso
Una relexión como pensada a la par. Reflejas muy bien como siente al escuchar el sonido del teléfono imaginando al interloculor. Luego das paso a las palabras dejadas en una carta, y ante eso si no hay doblez. Me gustó mucho y seguro que a Sani le hubiese encantado.
ResponderEliminarUn abrazo Gaby
Te añoraba Gaby.
ResponderEliminarY es que la letra queda, se relee, se disfruta y aprende, se comunica más que la voz, aunque una voz cálida, una voz atenta...
Lo esencial es comunicarnos como hacía Max, de forma intensa, irónica, inteligente, siempre le tendremos entre nosotros, tu relato es la prueba llena de cariño.
Besitos.
Las despedidas escritas tienen ese poder de contundencia que quizás no alcanzan las palabras dichas: no las esfuma el tiempo.
ResponderEliminarHermosa manera de enlazarte al espíritu del texto iniciado por Sani. Muy apropiado.
Un abrazo!
=)
Que bien has enlazado tus palabras a las de Sani, me gustó tu historia, y es cierto las cartas escritas quedan, guardan algo de uno para siempre y se vuelven a leer y releer cada vez que nos da nostalgia.
ResponderEliminarHermoso Gaby, y que lindo volver a leerte.
Besotes
Fusion perfecta de letras y sentires que al final nos devuelven al papel en blanco donde contarnos la vida que pasa...
ResponderEliminarUn abrazo
Las cartas escritas tienen un aroma diferente, ya casi están olvidadas por la inmediatez de los mail y las redes sociales, pero los que hemos pasado horas escribiendo nuestras propias cartas o guiando el lápiz con los pensamientos de otros, jamás podremos olvidar ese sentimiento romántico y veraz que deja cuando cruje al plegarla.
ResponderEliminarUn abrazo
¡Excelente Gaby!!!
ResponderEliminarQué hermoso y sentido texto, tan doliente y tan esperanzador al mismo tiempo
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