Poco a poco, algo en
mí, se va tornando espeso. Si bien noto que la primavera hace bullir mi sangre,
siento que en este lugar solo palpita un
tiempo de quietudes y silencios.
Los años transcurren
y tengo, la postura cansada pero el cuerpo enhiesto, en tanto los pájaros no
dejan de rondarme con sus movimientos inquietos. Mejor, con ellos no estoy tan
solo.
Cada tanto, veo pasar
a los andantes, algunos perdidos y
confusos. Usan su mano como visera para amortiguar los leves brillos de un
sol que no sucumbe al verde. Giran su cabeza hacia un lado y otro. Dos caminos
serpentean invitando a seguirlos,
sugerentes y seductores, pero inciertos… Yo, no soy más que el vértice,
ese punto referencial que les sirve de guía. Amargo testigo de historias varias, absurdas,
esperanzadas, tenebrosas o mágicas.
Viajan de boca en boca
viejas creencias. Juran que a mis pies las brujas hacían
conjuros, que las almas en pena rondan este cruce, y que el espíritu de un
pobre enamorado, se sienta a mi sombra luego de haberle servido de sostén para
su cuerpo inerte. Decisión fatal, mas todas las verdades seguirán dormitando en
mí.
En tanto, continuarán
pasando mas caminantes por aquí, algunos, persignándose por si acaso las malas luces; otros,
sin mirar hacia atrás, luego de lanzar un ramillete de ruda; despistados,
cansados, perdidos, inseguros, dubitativos ante el cuestionamiento de cuál de
los caminos le conviene más seguir… algunos desandarán pasos, otros afianzarán
rumbos.
Yo, nada podré decirles, simplemente estaré aquí,
brindando suave sombra en esta
encrucijada…
Pueden perderse en más encrucijadas en desgranando momentos
Hola Gaby, después de tanto tiempo te saludo. Me ha gustado tu texto. Todos somos caminantes y andantes en esta vida llena de encrucijadas, pero ahí está el detalle de saber o no elegir.
ResponderEliminaruna muy buena encrucijada muy bien descripta Gaby!!!
ResponderEliminarInteresante punto de vista, el del punto de decisión, el del árbol, testigo silencioso. O no tan silencioso, porque nos enteramos a traves de tu relato.
ResponderEliminarqué interesante estrategia la tuya de poner el punto de vista en ese particular punto de inflexión entre los dos caminos, Gaby!...tendrá tantas anécdotas qué contar!
ResponderEliminar=)
Besito.
Eres observadora del destino. Ni construí un castillo, ni sembré un bosque, creé una familia. Abrazos
ResponderEliminarQue buen enfoque esto de contar la historia desde el punto de vista del árbol que está justo en el vértice de la encrucijada! muy original, si señor, si los árboles hablaran... a este tuyo le has puesto voz, precioso, miles de besosssssssssssss
ResponderEliminarBonito árbol referente del camino a seguir y además adornado con las palabras de un gran hombre y escritor.
ResponderEliminarUn árbol ofreciendo sombra y mirando pasar la vida. Y unos caminantes inseguros que olvidan, que son las raíces las que nos aferran a la existencia, las que nos ofrecen señal de pertenencia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Solo corroborar lo que han dichos mis compañeros. Original idea. El elemento divisorio cuenta su historia. Un árbol en este caso. Un beso
ResponderEliminarUna encrucijada muy bien descrita. Donde un árbol no solamente es testigo mudo, sino los ayuda con su sombra. Muy sublime tu relato!
ResponderEliminarBesos
Hola Gaby*!
ResponderEliminarUna vez más, sorprendes con el original enfoque que has dado al tema de este jueves.
Ese árbol es, y será, testigo de distintas decisiones, de resueltas encrucijadas que el destino le plantee a quienes hasta sus pies lleguen.
Me encanta como escribes, cada día más, ya te lo he dicho.
Beso grande!!
RoB
PD: te dejo saludos de quien ya tu sabes... :P
Muy original, quién va a saber más de esa encrucijada que quien vive enraizado en ella misma.
ResponderEliminarUn beso.
¡ Hola preciosa ! Me encanta el enfoque que le has dado a tu encrucijada, el árbol, testigo mudo del caminar de las vidas humanas.
ResponderEliminarNo debemos olvidar que igual que a el, nuestras raíces nos anclan a la tierra para recordarnos de donde venimos antes de decidir hacia donde iremos.
Vuelvo a tu casa con la alegría de saber que es una casa amiga.
Gracias por tu apoyo en estas semanas.
Abrazos mi querida Gaby....Bien apretaditos, que te alegren el alma.
¡Tu LU ! Jajajjajaja.
Vértice en el punto divisorio, en el origen de la bifurcación, testigo mudo de indecisiones y de certezas, de pasos desandados y de los que pasaron con firmeza para no volver, ofreciendo su frondosidad para el descanso, desde el cansancio de aquel que nunca se ha movido.
ResponderEliminarPreciosa tu visión del tema de esta semana.
Un fuerte abrazo.
los árboles, esas vidas silentes tan protagonistas de la vida la humanidad, tienen esa magia que describes
ResponderEliminarsaludos
Sin mover sus raíces, atesorando estaciones, eterno cómplice de los pasajeros que en ese punto deciden. Que lindo.
ResponderEliminarUn beso
Es bueno estar siempre allí donde nos necesitan, aniimándolos por si cogen el camino equivocado y ayudándoles a levantarse si caen.
ResponderEliminarUn abrazo
Tantas veces he estado frente a ese árbol, algunas veces me sirvió de sombra hasta que pude decidir que camino tomar. Sé que es testigo de tantos cambios de vida, pero allí sigue, en pie viéndonos pasar a todos, pues de ese punto de encuentro no se salva nadie.
ResponderEliminarTu relato es precioso, además de ser completamente original!
Qué lindo es leerte! Beso enorme!!!
Muy buena descripta Gaby.. interesante y original tu relato. Me gusta recordar de donde vengo para saber por donde voy a tirar
ResponderEliminarUn beso Gaby
Feliz fin de semana
Isa
Qué original plantear el relato desde el punto de vista del árbol que nada puede hacer excepto observar y dar sombra, que no es poco...porque con el sol dándote en la cabeza no se piensa demasiado bien y tal vez se tome el camino equivocado.
ResponderEliminarUn beso
Me ha encantado esa visión, muy original. Ese árbol que da algo de confortabilidad a quienes se encuentran en la encrucijada.
ResponderEliminarBesos.
Es el tercer intento que hago de dejar mi comentario y ya no sé lo que quería decir. Me pareció muy original tu propuesta de enfocar el tema desde la propia encrucijada, ella es la observadora de los vacilantes pasos de los caminantes que llevan pesadas losas sobre sus hombros y sin embargo ella conoce todas las respuestas. Muy interesante. Un beso
ResponderEliminarAclaro tu comentario a mis haikus, en los que me dices que también te gustó mi pintura. No lo es , es una fotografía mía tratada con photoshop.
ResponderEliminarComo para tantas cosas, para la pintura estoy negado.
Un abrazo y gracias por tu comentario.
A LAS BUENAS SOBREMESAS, GABY*!!!, y mira qué te digo, lo bonito de un relato a tema propuesto es la habilidad para observar el cuadro desde un punto de vista diferente, pero no una diferencia que sea forzada y absurda sólo por ser eso, diferente...no, es ese golpe de genialidad que te hace contemplar lo leído desde una óptica novedosa. Y tengo la sensación que lo consigues: encrucijadas y encrucijados hay muchas y muchos, pero relatar en boca del árbol que está ahí y es el testigo de todo ello, eso es genial.
ResponderEliminarPS. Cuando entras se carga, hay como un pequeño apagón de blog y rápido se carga de nuevo y entonces bien. Bien mirado compensa, apenas es nada y además tienes la música de fondo. Ok.
Un besazo