Colombia
La
tarde derramaba sus últimos suspiros. Por la ventana, un cielo pincelado de
nostalgias rojizas, venían a colorear recuerdos.
Como
cada domingo, Isabel contemplaba aquellas fotos, constancia de cada momento
vivido. Luz inextinguible en su memoria.
Los
amores verdaderos se pintan en el alma, se aferran al pensamiento, dejan besos y
caricias adheridos en la piel, y cuando la distancia media, se visten de
nostalgia. Ella podía dar fe de ello.
Café con aroma de mujer… La telenovela
estaba por comenzar.
Hay
detalles que conspiran, suman para cobrar más fuerza. Y sí… todo le recordaba a
él, a aquel país lleno de encanto e historia, cuna de su encuentro casual,
predestinado e inevitable. Lo conoció en Cartagena, la bella Colombia, tierra de
diversidad cultural, flores, esmeraldas y café… de donde conservaba una
preciosa foto de un atardecer en la bahía. Ella y él… y aquel lugar que
penetraba por los poros.
En
la tele, “Gaviota” con su madre, trabajaba en las plantaciones cafeteras…
Isabel,
se dirigió a la cocina a preparar, como si de un rito se tratase, su taza de
puro café colombiano. Abrió la lata, vio con sorpresa que apenas quedaba para
una última taza. Un suave aroma cubrió el ambiente, cubrió su vida… aquella
tierra le sugería volver…
Gaby*
Más Colombia en lo de Wendy
Un encuentro fortuito la dejó enganchada para siempre a él y su pais, hasta la caja de café confabula para que regrese. Hermoso y romantico texto.
ResponderEliminarUn abrazo
En bellas pinceladas fuistes reconstruyendo el personaje desde el pasado vivido hasta una luz de esperanza por vivir.Un hilo conductor que no me atrevo a dilucidar,tal vez porque la intriga inconclusa sea el mejor condimento.
ResponderEliminarCariñitos
En el poso del café el amor prendido, importa el lugar donde sucedió ese encuentro casual, estamos repletos de casualidades. Colombia aroma peregne en la piel de la memoria.
ResponderEliminarNos basta, a veces, ese sabor que nos trae piel y paisajes, deseo y voces.
Gaby, he saboreado ese café intensamente, gracias, sírveme otro, nunca me canso.
Besitos.
bien por Colombia que hoy se está ganado una atención merecida por vuestro club juevero, Pero además lo que me llama la atención es el colorido que estas poniendo a tus textos. jejjeje me gusta.
ResponderEliminarLas buenas telenovelas -porque las hay!- pueden ser una muy eficaz manera de conocer otra gente, otras geografías. No recuerdo haber visto alguna vez una telenovela colombiana pero las historias de amor sin duda son algo que nos hermana a todos, a pesar de los localismos y ambientaciones particulares.
ResponderEliminarUn abrazo, Gaby!
Por un momento me vino a la mente la última imagen de la película "Apocalypto", cuando después de haber vivido sus propias penurias entre tribus enemigas, pensaron: ahora sí estamos en paz! Y vieron acercarse desde el mar aquellas enormes naves. Te imaginas Gus la impresión? Todo el relato me trasladó en el tiempo... pero esa impresión final, sigue siendo la que más me atrapa!
ResponderEliminarBesitos al vuelo!
Gaby*
ya volveré para leerte. por ahora lo dejo para mañana. pero es que también ando respondiendo vía mail los comentarios que me dejáis..y la respuesta al tuyo es simple... ENHORABIENAAAAA¡¡ LA PRIMERA EN DAR CON EL QUID DE LA CUESTIÓN, CON LA PELI EN LA QUE ME HE BASADO PARA HACER EL RELATO...
MEDIO BESO.
Yo si me acuerdo de la novela! No la seguí pero en mi casa alguien la veía porque recuerdo haber visto algunos capítulos. Estaba muy bien filmada, con hermosos paisajes y la historia debió ser buena; aquí tuvo mucho éxito.
ResponderEliminarQue buen flashback para esta tarde de jueves.
un beso
Hola Gaby: Yo no soy muy de Telenovelas, pero "Café, con aroma de mujer" tenía ese no se qué y ese no se donde que atraía, ver las penurias de Gaviota con su "ingrato amor" con Sebastián Vallejo. Y eso que han pasado mas de 17 años desde entonces!
ResponderEliminarBrindemos con café
el que ha vuelto ha sido este escribidor de comentarios como prometió ayer...
ResponderEliminaral no conocer esa telenovela, decidí fijarme más y más en la historia que cuentas..lo decidí y lo que RELEÍ me encantó...pinceladas alrededor de la tele, pinceladas alrededor del café y de los recuerdos que se alborotan con la visión de una telenovela...
esas pinceladas, deajdas como al azar, dejadas cansianmente, dejadas como a medias...esas pinceladas dibujan otra telenovela...
y me encanta...
medio beso, gaby.
Como con los detalles, del día a día, las telenovelas, el café de Colombia, etc. podemos conocer o recordar lugares que siempre están ahí.
ResponderEliminarMuy sugerente.
Un abrazo
Cualquier matiz nos devuelve a momentos placenteros, a través de un aroma o como nos dices de una telenovela donde puedes reconocer tu pasado...
ResponderEliminarPor cierto, no te había leído y veo que tienes mas jueves, es que he tenido unas semanas regulares, me pongo al día
Besos y un placer leerte
Debe ser irresistible volver, más cuando se han vivido momentos tan memorables. Sobre telenovelas, recuerdo que me gustó mucho Caballo viejo, hace años.
ResponderEliminarBuen relato, un beso.
¡Que mejor excusa, volver por más cafe!!
ResponderEliminarLa novela me encanta, la vi, recuerdo bien a los personajes, estaba muy bien hecha y reflejada la problematica social, los temas de empresa, bien documentada, creíble (no la pedorrada que a veces en las novelas suelen hacer para justificar que sus protagonistan trabajan o hacen algo más que tejer enredos) y eso que no soy novelera, me enganche. Hace unos años vi un dia que estaban dando una novela que era igual, la misma de hecho, pero ambientada en Méjico alrededor de la plantación de las pencas esas de donde sacan el tequila, vi un solo capitulo por curiosidad y ya desde la estetica era otra cosa.
Hermoso relato Gaby, a mi tambien como a tu protagonista me evoca el cafe, aromas frutales de flores y la belleza de sus paisajes.
Te dejo un gran beso
No vi la novela pero debe haber sido linda por como plasmas la historia. Un signo que invita al regreso y da esperanzas.
ResponderEliminarGracias por tu visita y tus palabras.
Un abrazo enorme :)
Isabel se quedó tan pillada con aquel amor que todo le recordaba a él, las fotografías, las telenovelas, el café... ¡Y para colmo va y se le acaba éste último! Me uno a lo que dice Ceci, una buena excusa para hacer un viajecito a Colombia y reencontrarse con su añorado amor... Eso si, ¡Espero que no se vuelva sin su paquete de café! Un beso.
ResponderEliminarMe acabo de preparar un buen café y disfruto la lectura de tu texto. Recuerdo haber visto la novela medio salteada, como nos pasa a veces, pero me gusta mucho más como me envuelven tus aromáticas palabras. Muy buena aportación para hacer honor a esta tierra americana, en un momento en que justo todos andan reunidos por allí...
ResponderEliminarBesos y muchos abrazos
Colombia, me hiciste recordar mi viaje a aquel precioso lugar, que gente linda que hay alli por dios!, recuerdo que estuardo detallista como siempre se dirigio a una joyeria y me ha comprado unos hermosos aretes de oro, un grano de cafe con una pequeñita esmeralda incrustada, el vendedor decia, que buena eleccion, llevas nuestras tres fortalezas, cafe, oro y esmeraldas, no me preguntes en que orejas se lucen hoy, despues de aquella incursion de ladrones en casa no fueron mas mios :(
ResponderEliminarYo al igual que tu protagonista, memuero por volver!
Te quiero mujer!
Anny
Colombia, me hiciste recordar mi viaje a aquel precioso lugar, que gente linda que hay alli por dios!, recuerdo que estuardo detallista como siempre se dirigio a una joyeria y me ha comprado unos hermosos aretes de oro, un grano de cafe con una pequeñita esmeralda incrustada, el vendedor decia, que buena eleccion, llevas nuestras tres fortalezas, cafe, oro y esmeraldas, no me preguntes en que orejas se lucen hoy, despues de aquella incursion de ladrones en casa no fueron mas mios :(
ResponderEliminarYo al igual que tu protagonista, memuero por volver!
Te quiero mujer!
Anny